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| Buenos Aires, Hachette, 1986.
En La vida breve se narra la generación de un relato desde otro relato. El espacio textual se va constituyendo a partir de la escisión en la que ambos relatos se inscriben como series separadas: el lugar del texto que se dice como la realidad, en el que se ubica su protagonista, Juan María Brausen, y la ficción generada, Santa María, la ciudad donde Brausen decide situar la acción de un argumento de cine que debe escribir por encargo. La vida breve puede ser leída como la ficción de los orígenes de una ficción, como un texto que se constituye jugando a establecer y a borrar las diferencias entre la posición de enunciación y los enunciados producidos. En particular, en los primeros capítulos da a leer qué elementos del relato generador son transformados como relato de ficción y la relación de Brausen con el discurso que va produciendo.
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